Luciana Nadales

LA GACETA

Ayer la Justicia se expidió sobre el caso del asesinato ocurrido en Yerba Buena el 13 de octubre, en donde Gerónimo Helguera (29 años) mató de un disparo en la cabeza a Mariela Márquez (34). El ataque había sido por la mañana. La víctima agonizó hasta fallecer esa noche a las 21 horas en el hospital Padilla.

La jueza Isabel Méndez quien está a cargo del caso, dictó la preventiva de 4 meses para el acusado, y ordenó su traslado inmediato al penal de Villa Urquiza.

La audiencia comenzó a las 8 y concluyó a las 15, luego de oírse las posturas de todas las partes y los requerimientos del Ministerio Público Fiscal (MPF), que formuló cargos y pidió la medida de coerción en contra de Helguera. No sólo se lo acusó de asesinar a Márquez, sino también por haber intentado matar a Juan José Ledesma (30) y a Luis Fabián Gómez (43) durante el ataque que se dio en una galería de avenida Aconquija y Chacho Peñaloza.

Al día siguiente del hecho, se había declarado la legalidad de la aprehensión de Helguera, pero la magistrada dictaminó la internación del acusado en el hospital Obarrio hasta tanto se realizara una junta médica que se determinara si era capaz de comprender sus acciones, si representaba un peligro para sí mismo o para terceros y si tenía que ser internado o no.

Desde ese momento se le realizó tratamiento psiquiátrico en el hospital Obarrio con la medicación que le ordenó un psiquiatra del ECIF. El 2 de diciembre se llevó a cabo la junta médica solicitada por la jueza. “Al día de hoy no tengo certezas. No hay unanimidad entre los peritos de acuerdo al estado de Helguera. No hay unanimidad de criterios. Sería diferente si la hubiese”, expresó Méndez en la audiencia, al enterarse de lo que expresaban los profesionales de la salud. “Gerónimo está medicado y considero que no requiere internación”, dijo.

Por problemas de conexión en el Obarrio, el acusado fue trasladado a las 9.30 por personal policial al estudio jurídico de sus abogados, quienes no estuvieron de acuerdo con lo propuesto por el MPF en cuanto al traslado de Helguera al penal. “Estoy realmente sorprendido, señora jueza, con todo respeto. Nuestro defendido es un ser humano que está enfermo, no es un monstruo”, expresó el defensor Ernesto Baaclini. “Se avanza en la investigación, pero no se tiene en cuenta lo que concuerdan varios de los médicos quienes dicen que es posible que Gerónimo tenga esquizofrenia, algún tipo de trastorno o que haya sufrido un brote psicótico al momento del hecho”, agregó. “La junta médica no concuerda con un diagnóstico, pero dijeron ‘esquizofrenia’. Las personas que sufren esta enfermedad piensan que están bien cuando en realidad necesitan atención médica constante, que les den su medicación y cerciorarse de que realmente tomen su medicamento; un día que Gerónimo no tome su medicación es riesgoso”, dijo.

El codefensor, Camilo Atim, se adhirió y reforzó los dichos de Baaclini. Gerónimo Helguera, por su parte, no declaró.

Por otro lado, las querellas, conformada por los abogados Patricio Char (por Ledesma) y Humberto Castaldo (Por Márquez), estuvieron conformes con el pedido del fiscal de Atentados Contra las Personas, Pedro Gallo, que explicó por qué consideraba necesario el traslado de Helguera al penal y que no continúe internado en el Obarrio. “Helguera ingresó con un plan. Mata a Márquez, empleada del lugar, para seguir y matar a José. Le apunta con intención de matarlo y no logra hacerlo. Se considera homicidio doblemente agravado no sólo por matar a Márquez sino por la tentativa de homicidio con Ledesma y Gómez”, expresó Gallo.

El fiscal recordó que Helguera llegó al edificio comercial con una pistola calibre 22; tenía dos cuchillos, guantes de látex, guantes de trabajo, 38 proyectiles. “Tras matar a Márquez, Helguera forcejeó con Gómez y con la ayuda de Ledesma pudieron retenerlo hasta que llegó la Policía”.

“Hay riesgo latente de que mate a testigos y a quienes se le interponen en su camino. Su objetivo es matar a Ledesma”, dijo Gallo. Méndez, citando a los médicos, indicó que “hubo una estabilización del cuadro inicial que presentaba Helguera”, y aseguró que “si hay evidencias, esta causa debería llegar a un juicio oral para debatir la imputabilidad o inimputabilidad”. De esa manera, dio lugar a la preventiva por 4 meses.